viernes, 1 de agosto de 2008

Noches bajo tu encanto....

Nada se ha comparado al placer de amanecer al lado de ella. Estás hipnotizado, reducido a un robot que ha perdido la voluntad propia luego de saber cómo es su hedor tras el primer respiro del despertar.

Tu corazón ha sido el mayor beneficiado. El contacto de su sien con tu pecho tranquiliza tu lado izquierdo del alma, justo donde habita el motor que nutre de sangre tus venas y el amor por Yareni...

Y entonces comienza la guerra de los cuerpos...sensaciones máximas creadas por la magia de la obscuridad.
No deseas que amanezca, pero si que el sol anuncie el nuevo el crepúsculo y se haga la noche eterna.



Tu Cuerpo Está a Mi Lado

(Jaime Sabines)

Tu cuerpo está a mi lado
fácil, dulce, callado.
Tu cabeza en mi pecho se arrepiente
con los ojos cerrados
y yo te miro y fumo
y acaricio tu pelo enamorado.
Esta mortal ternura con que callo
te está abrazando a ti mientras yo tengo
inmóviles mis brazos.
Miro mi cuerpo, el muslo
en que descansa tu cansancio,
tu blando seno oculto y apretado
y el bajo y suave respirar de tu vientre
sin mis labios.
Te digo a media voz
cosas que invento a cada rato
y me pongo de veras triste y solo
y te beso como si fueras tu retrato.
Tú, sin hablar, me miras
y te aprietas a mí y haces tu llanto
sin lágrimas, sin ojos, sin espanto.
Y yo vuelvo a fumar, mientras las cosas
se ponen a escuchar lo que no hablamos.

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