lunes, 25 de junio de 2007

La otra mitad de cada quien...

¿Alguien sabe porqué el ser humano anda en busca de su media naranja?

Dentro de los Diálogos de Platón, se incluye El Banquete, en el que Aristófanes da una de las explicaciones más netas que para El Poncho existen...

Lo explicó contando la historia de que antes existían tres géneros de seres humanos: masculino, femenino y andrógino(hombre-mujer). La más notable diferencia en los humanos de ese tiempo residía en su físico, pues tenían cuatro piernas, cuatro brazos, dos cabezas, dos sexos, es decir, lo tenían todo por duplicado.

Dice el propio Aristófanes:


"La diferencia, que se encuentra entre estas tres especies de seres, nace de la que hay entre sus principios. El sol produce el sexo masculino, la tierra el femenino, y la luna el compuesto de ambos, que participa de la tierra y del sol. Los cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el cielo, y combatir con los dioses"

Júpiter examinó con los dioses el partido que debía tomarse. Después de largas reflexiones, el dios del rayo se expresó en estos términos: "Creo haber encontrado un medio de conservar los hombres y hacerlos más circunspectos, y consiste en disminuir sus fuerzas. Los separaré en dos; así se harán débiles y tendremos otra ventaja, que será la de aumentar el número de los que nos sirvan; marcharán rectos sosteniéndose en dos piernas".

Y entonces, la parte más genial de lo dicho por Aristófanes:


"Hecha esta división, cada mitad hacía esfuerzos para encontrar la otra mitad de que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con un ardor tal, que abrazadas perecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada la una sin la otra".


De aquí procede el amor que tenemos naturalmente los unos a los otros; él nos recuerda nuestra naturaleza primitiva y hace esfuerzos para reunir las dos mitades y para restablecernos en nuestra antigua perfección. Cada uno de nosotros no es más que una mitad de hombre, que ha sido separada de su todo, como se divide una hoja en dos.

Y deja una frase para tatuarla en el corazón: "Que nadie se ponga en guerra con el Amor, porque ponerse en guerra con él es atraerse el odio de los dioses".

¿Alguna objeción a esta teoría?

2 comentarios:

Milagros dijo...

Yo creo en lo que publicas esta vez, creo todos somos par de alguien y que se cada cual se prepara durante un tiempo para poder unirse a su otra mitad, sin saber aun de su existencia…. sólo que me quedo pensando en cómo hubiéramos sido Héctor y yo antes de una separación, una mezcla muy rara físicamente jajajaja

McCoy dijo...

Ninguna mi'jo... ninguna objeción.